Vamos cerrando el curso. En Bachillerato hemos dedicado la última parte a echarle un vistazo al mundo. Y, después de ver, de contrastar con el Reino de Dios que anunció y puso en marcha Jesucristo, hemos llegado a los compromisos de transformación. Nos estamos sirviendo para ello de una propuesta cinematográfica poco conocida -de hecho la peli hay que adquirirla en versión original-: The ultimate gift. Basada en el best-seller de Jim Stovall, nos presenta a "Jason Stevens, un joven adinerado, sin necesidad de trabajar y que vive la vida con los mayores lujos que se puede permitir. Cuando su adinerado abuelo fallece, Jason acude a la lectura del testamento sin esperar nada debido a la mala relación entre ambos. Todos los familiares, reciben su parte millonaria pero, al llegar el turno de Jason, éste recibe una caja con varias pruebas que tiene que pasar para obtener la suya. Conforme Jason pasa cada prueba se acerca al ''Último regalo'' y va comprendiendo el valor real de la riqueza. (FILMAFFINITY)"... entre otras cosas. De hecho es el valor de la vida, su sentido, lo que Jason irá descubriendo a través de los regalos que le ha dejado su abuelo.
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Es una buena propuesta de cine de valores, en inglés -lo que también ha hecho las delicias del grupo-, con muchas lecciones de las que destaco la esencial: el cambio del mundo (¡es posible convertirlo en el Reino de Dios cada día un poquito más!) comienza con el cambio de uno mismo. Hay una niña -interpretada por Abigail Breslin- que le recuerda a uno aquellas palabras del Señor: sólo quien se hace como un niño, quien tiene la mirada limpia, entrará en el Reino.
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